CARTA (INALIENABLE) DE DERECHOS FUNDAMENTALES DEL COLECTIVO LGBTQI++……

Llevo observando con profunda preocupación el rechazo cada vez mayor de padres y madres de familia hacia el colectivo multicolor, este mismo tan tolerante, inclusivo y pacifista, nada exhibicionista, fetichista o adoctrinador, mucho menos manipulador.

Por eso he redactado, con todo orgullo y satisfacción una carta de derechos que llevaré a la ONU para la protección integral del susodicho benevolente y nada sospechoso de ser una rama del marxismo cultural de ese colectivo que aúna bellismas personas, tolerantes, bien intencionadas y que miran por el bien de nuestros pequeños, nunca intentando abusar de ellos en ninguna manera, los autodenominados “colectivo LGTBIQ++ (nunca sé si la I va delante de la Q o al revés, agradeceré cualquier insight esclarecedor al respecto), y que las personas normales llamamos “el movimiento ideologizado totalitario multicolor relleno de privilegios para adoctrinar mentes maleables”.

Bueno, vamos al articulado, que es que les va a dotar del cuerpo legislativo que necesitan para navegar las incertidumbres de este mundo fóbico y fascista.

1.- El movimiento LGTBIQ++ (en adelante “la lepra”) tiene el derecho a practicar la charada de sus gustos sexuales en la privacidad de sus domicilios, sin nunca hacerlo publicamente y en presencia de niños.

2.- La lepra tiene el derecho a no asistir a los colegios donde estudian niños influenciables. Ya sabemos que la lepra se transmite con facilidad.

3.- El derecho irrenunciable a no manipular fuera de los colegios y en ningún programa basura de TV a ningún menor, adulto o anciano. Ya sabemos que a los wokeprogres les encanta que les manipulen para aprender las técnicas adecuadas de adoctrinamiento, lo cual de me deja un poco perplejo la verdad, ya que pensé que los podemonguers salían ya adoctrinados de casa. De casa es sinónimo de partidos de izquierdas, sindicatos verticales, horizontales y oblicuos, amén de los chalets y mansiones que muchos “miembros de la clase trabajadora” poseen y que tratan por todos los medios de esconder al fisco, mintiendo mucho sobre su adquisicón, sino okupación.

4.- Los terapeutas, médicos, psicólogos, psiquitras, enfermeras, bedeles de hospital y demás personal administrativo tienen el derecho fundamental de meterse en el ojal todas aquellas premisas y privilegios profesionales que les otorga el movimiento globalista para hormonar, esterilizar, mutilar y joder la vida de modo irreversible a miles de pubertos que no saben que carajo quieren todavía hasta que no superen la pubertad, y también el derecho a tener que consultar, sí o sí, a los padres de los susodichos menores sobre la aberración de dichos tratamientos propios de la inquisición más inquisidora.

5.- Cómo el fin último de esta política de esterilización masiva de generaciones enteras es la disminución de la población mundial, todos estos políticos woke, médicos locos y terapeutas totalitarios, amén de jueces radicales que promulgan y dictan sentencias condenando a los críticos de esta locura, se les adjudica el derecho a esterilizarse ellos mismos, a sus ancestros si aún menstruan y a sus descendientes aunque no menstruen. Hay que ser diversos e inclusivos y no discriminar a nadie aquí. Se me olvidaba, es un derecho irrenunciable.

6.- La peste (o era la lepra?) tiene derecho a dejar de exhibirse obscenamente en nuestras calles en ese mes que ellos consideran su celebración, y dejar libres las calles para el divertimento, el paseo y el disfrute de gente que no exhiba sus genitales a la más mínima oportunidad. Este es un derecho perfectamente compatible con nuestro derecho a no tener ataques de cataratas viendo esos despliegues de escrotos colganderos y tetas flaccidas. Un auténtico alivio de derechos. que bonito es vivir en armonía!

7.- Los activistas de este colectivo sin líder a la vista, tienen derecho a ser detenidos, cuestionados y encerrados en calabozos apestosos por agentes policiales cuyos hijos hayan sido traumatizados por la visión de alguno de estos tipos con más musculatura que yo (y ya es decir algo),hormonados hasta las cejas y, consecuentemente con la psique alterada por la química. La lectura de derechos ya se da por realizada si eso.

8.- Los mismos activistas tienen derecho a ser gravemente insultados por todos aquellos que no están de acuerdo con sus posturas, al igual que ellos hacen con los opositores de sus delirios. Derecho compartido que llamaban los romanos, todo un avance.

9.- Se está en conversaciones serias y trascendentes con los gobiernos saudíes e iraníes para trasladar los desfiles leprosos a Teheran o Riad. Me ha emocionado profundamente ver cómo las dos ramas del islam, siempre violentamente encontradas, han aceptado poner sus capitales a disposición del colectivo, incluso permitiendo que se celebre en Julio/agosto y, para más divertimento y placer de los asistentes, se habilitarán Jaimas con troneras y armas de larga distancia, por supuesto para ahuyentar a la gran cantidad de lobos que pueblan esos desiertos, faltaría más. Estos Ayatollahs y Wahabistas se están volviendo muy civilizados e inclusivos. No es bonito?

10.- los miembros de este colectivo tienen el derecho inalienable a no ser contratados en trabajos de alta cualificación, no vaya a ser que la falta de esa cualificación perjudique sus delicados sentimientos de porcelana. Oye.

11.- Los transexuales hombres que pretenden ser mujeres, tienen el derecho fundamentalismo de ser llamados hombres que pretenden ser mujeres esterotipadas, por mucho que se hormonen, operen las tetas y se vistan como ellos creen que las mujeres reales se visten. Es evidente que estos hombres necesitan de nuestra ayuda para saber qué es una mujer.

12.- Tienen derecho a dejar de usar terminología divisiva como CIS, ZAS, pansexual, no binario, transespecie, intersex, y otras de las multiples gilipolleces que el colectivo leproso considera dentro de un espectro de sexualidad imaginada sólo por ellos y que, en el mundo real, no existe. Por eso, este derecho será especialmente reforzado por ulterior reglamentos y decretos.

13.- Tienen derecho a reconocer , fuera de toda ambiguedad, que sólo existen dos sexos: Hombre y mujer.

Este legislador está trabajando incansablemente en ampliar, mejorar y lustrar esta carta de derechos fundamentales, hito histórico en la lucha por las libertades civiles de las minorías privilegiadas que requieren de más privilegios a costa de las mayorías menos privilegiadas. Y a callar se ha dicho!