MINORÍAS RELEVANTES

No existe validez en la afirmación de que la mayoría de una cultura decida el comportamiento de esa forma de vida hacia otras distintas. De hecho, la historia demuestra que las minorías violentas han dado forma a todas las culturas sin que las mayorías pacificas fueran relevantes.

Los nazis. Muy pocos alemanes eran verdaderos nazis en los años 30 y 40, pero no hay duda de que sonrieron ante el resurgimiento del orgullo alemán o estaban demasiado ocupados como para que les importase o pensaran en lo que podía pasar. Muchos alemanes simplemente pensaban que los nazis eran una banda de piraos. Así que la mayoría irrelevante, se sentó y permitió que ocurriera lo que todos conocemos.

Después, antes de que se dieran cuenta, estaban sometidos a la mano de hierro nazi, habían perdido el control sobre sus vidas, y comenzó el fin del mundo. Casi todas las familias alemanas pertenecientes a esa mayoría silenciosa lo perdieron todo, terminaron en campos de concentración y murieron.

Los medios y las cabezas pensantes oficiales nos dicen que el islam es una religión de paz y que la mayoría de musulmanes solo quieren vivir en paz. Aunque esta afirmación salida de fuentes que se descalifican solas sea verdad, la realidad es que eso es totalmente irrelevante. Es un brindis al sol (siendo generoso) o un muletazo borreguil a todos nosotros para que nos sintamos cómodos y tranquilos: “Ah, bueno, si el presidente y los partidos y Pablo iglesias nos dice que el Corán no quiere decir lo que dice, va a ser cierto”. Esta estrategia está definida para apaciguar el espectro de todos los fanáticos musulmanes en el mundo, es decir, de la minoría violenta que es la que realmente cuenta.

El hecho es que esa supuesta minoría (que yo no me trago, pero en fin) rige los destinos del islam en este momento de la historia. De hecho, ha regido siempre, con la mayoría silenciosa y borreguil mirándolos como una vaca mira a un tren pasar y aplaudiendo las barbaridades que cometen la mayoría de las ocasiones, eso sí, poniendo caras de pena delante de las cámaras y los periodistas, los cuales parecen deseosos de creer todas las buenas palabras e intenciones de esa mayoría borreguil para tachar a la velocidad de la luz de racistas, nazis ,islamofobos y fachas a todos los que osamos levantar la voz contra el islam.
Son los fanáticos los que están marchando contra el mundo, son los fanáticos los que se reparten en las 50 guerras desatadas ahora mismo en el mundo. Son la minoría fanática la que asesina cristianos o grupos tribales en África y están tomando todo el continente africano mientras en occidente vemos esas noticias como si estuviéramos observando a un escarabajo pelotero haciendo su trabajo de pelotero de la mierda. Con un poco de asco, pero con curiosidad. Es la minoría fanática la que decapita, pone bombas, asesina por honor o asesina sin honor. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita en Africa y queman iglesia tras iglesia también en África.

Es la mayoría musulmana la que atiende el espectáculo proporcionado por la minoría fanática en las lapidaciones, los ahorcamientos de gays o las victimas culpables de violaciones. Son la mayoría musulmana la que permite a la minoría fanática adoctrinar a los niños para que se conviertan en bombas con pantalón corto.

Lo cojonudo de todo esto es que los que más sufren con diferencia la violencia de esa minoría fanática son la mayoría musulmana. En los últimos 50 años, han muerto alrededor de 10 millones de musulmanes, el 90% de ellos han palmao en conflictos entre sunnies y shiies. ¿Sabéis cual es el terrible problema que tienen unos con otros? Os lo cuento. Unos dicen que los verdaderos herederos y portadores de la llama del profeta son los acompañantes de Mahoma durante sus años de giras y conciertos, mientras que los shiies dicen que de eso nada, que los pata negra son los descendientes directos de Mahoma-Star y su hija Fátima. ¿A que como motivo para andarse matando desde hace 1400 años ya se vale?

Pero la mayoría sigue calladita, no saben levantar la voz porque jamás lo han hecho excepto durante la dinastía de los mutazalitas, tiempo en el cual (siglo 9) en Persia había debate, poetas homosexuales con voz de autoridad, vino y festejos populares. Un oasis de unos años en el desierto moral del islam. Una pena.

Y esa mayoría jamás levantara la voz y hará el trabajo de aniquilar a la minoría fanática. No lo han hecho para protegerse ellos y lo van a hacer para protegernos a nosotros, los señoritos occidentales, ¿Estamos locos?

El dato duro y cuantificable de que la mayoría borreguil y pacifica está acobardada y arrinconada. La Rusia comunista estaba compuesta por montones de rusos que no querían problemas, la minoría de la nomenklatura comunista mató a 20 millones de personas. La mayoría pacifica fue irrelevante. La tremenda población de china ha sido siempre pacífica, pero los chinos comunistas han conseguido matar a 70 millones de personas. La mayoría pacifica es irrelevante. El japonés medio antes de la segunda guerra mundial no era un sádico belicista. Aún así, Japón asesinó a lo largo y ancho del sur de Asia a 12 millones de chinos civiles a base de espada, bayoneta y pala. La mayoría japonesa pacifica era……. Ponle nombre. Y no podemos dejar de citar y acordarnos del último episodio genocida de competición: Ruanda, donde la mayoría pacifica fue irrelevante para evitar la muerte de cientos de miles de personas.

Las lecciones de la historia son muchas veces prístinas, claras e inconfundibles, pero de algún modo, a menudo nos perdemos los puntos básicos y las líneas más fáciles de ver, buscándole tres pies al gato y explicando cosas en términos políticos, económicos, psicológicos o deportivos cuando el Corán te está diciendo que los infieles son los seres más viles, que los musulmanes son lo mejor de la creación, que tienen que matar infieles y judíos y cristianos porque a dios le mola y el ejemplo del profeta es un manual de guerra, pillaje, violación y torturas varias. Pero resulta que el islam es una religión de paz. Me descojono. Si, y el manual de mi Smith&Wesson está escrito en poesía sanscrita, no te jode.

La voz de los musulmanes pacíficos ha sido hecha irrelevante por su silencio. Esos musulmanes se han convertido en enemigos porque no levantan la voz de verdad, no saliendo cien tipos a la calle atocha con cuatro carteles pintaos a boli, que casi no se leen. Y nos pasará como a los alemanes normales en esos días, un día nos levantaremos, miraremos por la ventana y diremos: “Pero qué carajo le ha pasado a mi pueblo, han sustituido la plaza por un minarete”, es decir que esa minoría fanática ha tomado el poder.

Muchos miles de pacíficos alemanes, japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios, afganos, iraquis, somalís, nigerianos, argelinos y muchos otros han muerto porque la mayoría pacifica no se levantó del sofá mirar quien llamaba a la puerta. Ahora en Canadá, Ottawa más concretamente, se están introduciendo rezos musulmanes en escuelas públicas mientras que los rezos católicos están prohibidos. Tiene guasa la masa. Yo no soy religioso, y me meo igualmente en cualquier tipo de libro sagrado, pero me parece una injusticia y los cristianos deberían poner el grito en el cielo (nunca mejor dicho). Lo próximo que es? Un burka para las mamis que lleven a los nenes al cole, no vayamos a ofender con las lujuriosas caras femeninas a todos esos musulmanes reprimidos sexualmente y con miedo patológico hacia las mujeres.
Y luego llegamos al famoso tema “halal”, sí señor. El remate con punto de cruz. Ahora te puedes encontrar la salsa que has tomado toda tu puta vida de repente con un sellito certificando que es halal. Sólo mira en las chocolatinas de Lindt y otros productos conocidos. Las líneas aéreas te sirven halal sin preguntarte, no vayas a protestar y algún pasajero de bussiness saudí se cabree y tengamos que ponerle el culo en el servicio de proa.

Las comunidades musulmanas en Europa no se integran y hay docenas de zonas “no-go” donde la poli no entra (Yo soy poli y si entro, pero yo soy raro), la sharia prevalece sobre nuestras leyes indígenas y no reconocen esas leyes, se niegan.

Por todo esto, los occidentales solo debemos prestar atención al grupo que cuenta: La minoría fanática que amenaza nuestro modo de vida y lo que es más importante, el futuro de nuestros hijos.

Si te importa el futuro de tus hijos, levántate del sofá, coge el cuchillo o el bate, mira por la mirilla y abre la puerta .

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